El Consejo de Acción no pregunta a ningún trabajador si él
posee una creencia religiosa o atea. No le pregunta si él pertenece a este o a
aquel o a ningún partido político. Le dice simplemente: ¿Es usted un trabajador?
Si no, ¿Usted siente la necesidad de dedicarse enteramente a los intereses de
la clase obrera y de evitar todos los movimientos que se opongan a ella? ¿Se
siente uno con los trabajadores? ¿Siente en usted la fuerza indispensable para
ser leal a su causa? ¿Es usted consciente de que los trabajadores, quienes han
creado toda la abundancia que ha hecho posible la civilización y luchado por la
libertad, han sido relegados a vivir en la miseria, la ignorancia, y la
esclavitud? ¿Usted comprende que la raíz principal de todos los males en la
vida de los trabajadores es la pobreza; y que esa pobreza -que es la condición
común de los trabajadores en todas partes del mundo- es una consecuencia
directa de la actual organización económica de la sociedad, y especialmente de
la esclavitud del trabajo -es decir del proletariado- bajo el yugo del
capitalismo -es decir del burgués-?
¿Sabe usted que entre el proletariado y el burgués existe un
antagonismo mortal que es la consecuencia lógica de las posiciones económicas de
las dos clases? ¿Sabe que la riqueza del burgués es incompatible con la
comodidad y la libertad de los trabajadores, porque dicha riqueza excesiva está
, y puede solamente estar, construida sobre el robo y la esclavitud de los
trabajadores? ¿Entiende que, por esta misma razón, la prosperidad y la dignidad
de las masas trabajadoras exigen inevitablemente la abolición completa de la
burguesía? Sin embargo, ¿usted también comprende que ningún trabajador aislado,
no importa cuan inteligente y enérgico él sea, puede luchar con éxito contra
las fuerzas excelentemente bien organizadas de la burguesía, cuya ofensiva es
mantenida, principalmente, por la organización del estado -todos los estados-?.
¿No ve que, para hacerse realmente fuerte, usted no debe
unirse con el burgués, que sería una locura y un crimen hacerlo, puesto que
todo burgués, en cuanto perteneciente a su clase, es nuestros enemigo mortal;
ni con los trabajadores que han desertado, abandonando su propia causa, y que
se han rebajado para pedir la benevolencia de las clases gobernantes? ¿Pero, y
con los hombres honestos que se movilizan , con toda sinceridad, hacia la misma
meta que usted? Usted entiende, ¿contra las combinaciones poderosas, formadas
por las clases privilegiadas, por los capitalistas, o los poseedores de los
medios y de los instrumentos de producción y de distribución, las asociaciones
de trabajadores divididas o sectarias, pueden triunfar de todas formas? ¿Usted
no comprende que para luchar y vencer esta combinación capitalista se requiere
nada menos que la unión en el Consejo y la acción combinada de todas las
asociaciones de trabajadores locales y nacionales -federadas en una asociacion
internacional de los trabajadores de todos los paises- ?.
Si ud. sabe y comprende todo esto, puede entrar en nuestro
campamento, independientemente del resto de sus convicciones políticas o
religiosas. Pero si ud. está junto a nosotros, y mientras que ud. está con
nosotros, ud deseara comprometer todo su ser, todas sus acciones así como sus
palabras, a la causa común como expresión espontánea y sin reservas de aquel
fervor de lealtad que inevitablemente tomará posesión de ud., tendrá que
prometer:
1. Subordinar su interés personal e incluso familiar, así
como su ideal y actividades políticas y religiosas, al interés más alto de
nuestra asociación, a saber, la lucha del trabajo contra el capital, la lucha
económica del Proletariado contra la Burguesía.
2. Nunca, en su interés personal, comprometerse con la
burguesía.
3. Nunca intentar afianzar una posición sobre sus compañeros
obreros, pues con ello usted se volvería inmediatamente un burgués y un enemigo
del proletariado, ya que la única diferencia entre los capitalistas y los
obreros es esta: el primero busca su bienestar individual, y en desmedro, del bienestar
de la comunidad, mientras el bienestar del último depende de la solidaridad de
aquellos que son robados en el campo industrial.
4. Permanecer siempre, y por toda la vida, fiel al principio
de la solidaridad del trabajo, pues la traición más pequeña a este principio,
la más ligera desviación de esta solidaridad, es, ante los ojos de la
Internacional, el más gran crimen y vergüenza con que un obrero puede
ensuciarse.
Los lideres de los Consejos de Acción actúan sabiamente al
negarse a hacer de los principios filosóficos o políticos la base de su
asociación, y preferir tener la lucha exclusivamente económica del Trabajo
contra el Capital como fundamento único. Ellos son unos convencidos de que
desde el momento en que un trabajador comprende la lucha de clases, desde el
momento en que él -confiando en su derecho y la fuerza numérica de su clase-
entra en la arena contra el robo capitalista, desde este mismo momento, las
circunstancias y la evolución de la lucha lo obligarán a reconocer todos los
principios políticos, socialistas, y filosóficos de la lucha de clases. Estos
principios no son ni más ni menos que la expresión verdadera de los objetivos y
propósitos de la clase obrera. La conclusión necesaria e inevitable de estos
objetivos, su propósito subyacente y supremo, es la abolición tanto política
como social de:
1. Las divisiones de clase existentes en la sociedad,
especialmente de estas divisiones impuestas en pos de los intereses economicos
de los burgueses.
2. Todos los Estados Territoriales, Patrias Políticas y
Naciones, y sobre la cima de las ruinas históricas de este orden vetusto, el
establecimiento de la gran federación internacional de todos los grupos locales
y nacionales productivos.
Desde el punto de vista filosófico, los objetivos de la clase
trabajadora son nada menos que la realización de las ideas eternas de
humanidad, de bienestar del hombre, el reino de la igualdad, de la justicia y
la libertad en la tierra, haciendo innecesaria toda creencia en el cielo y toda
esperanza en un más allá mejor.
La gran masa de los obreros, aplastada por su trabajo diario,
vive en la ignorancia y la miseria. Y pese a cualquier prejuicio político o
religioso en que ellos se han criado individualmente, esta masa es
inconscientemente Socialista, instintivamente, y, debido a los apuros del
hambre y a su posición, más seriamente y de verdad Socialista que todo el
"científico" y "el burgués Socialista" juntos. Las masas
son Socialistas debido a todas las circunstancias de su razonar; y, en realidad,
las necesidades de vida tienen una gran influencia sobre el razonamiento puro,
porque el razonamiento (o el pensamiento) es sólo el reflejo del desarrollo
continuo de la vida -su fuerza y no su base.
A los obreros no les falta el realismo y el entusiasmo para
el esfuerzo Socialista, pero sólo la idea Socialista. Cada obrero, en el fondo
de su corazón, está anhelando una existencia realmente humana, es decir
bienestar material y desarrollo mental fundados en la justicia, osea, igualdad
y libertad para todos y cada uno de los trabajadores. Esto no puede realizarse
en la organización política y social actualmente existente, la cual se funda en
la injusticia y el robo descarado de las masas trabajadoras. Por consiguiente,
cada obrero reflexivo se vuelve un Socialista revolucionario, desde que le
obligan a que comprenda que su emancipación sólo puede lograrse por el
derrocamiento completo de la sociedad actual. O esta organización de la
injusticia con su completa máquina de leyes opresivas y de instituciones
privilegiadas desaparecen, o bien se condena al proletariado a la esclavitud
eterna.
Ésta es la quintaesencia de la idea Socialista, cuyo germen
puede hallarse en el instinto de cada obrero de pensamiento serio. Por
consiguiente, nuestro objetivo es hacerlo consciente de lo que él quiere, para
despertar en él una idea clara que corresponda con sus instintos. Para el
momento en que la conciencia de clase del proletariado se haya levantado hasta
el nivel de sus sentimientos instintivos, su intención se habrá convertido en determinación,
y su poder será irrestible.
¿Que impide el desarrollo mas rapido de esta idea de
salvacion entre el Proletariado? Su ignorancia; y, en gran medida, los
prejuicios religiosos y politicos con que las clases gobernantes han intentado
obnubilar la conciencia y la inteligencia natural de la gente. ¿Como puede
usted dispersar esta ignorancia y destruir estos prejuicios extraños? "La
liberacion del Proletariado debe ser producto del trabajo del mismo
Proletariado" dice el prologo al estatuto general de la (Primera)
Internacional. Y ello es mil veces verdad. Este es el fundamento principal de
nuestra gran asociación. Pero la clase trabajadora es todavia muy ignorante.
Tiene una carencia absoluta de teoría. Hay por tanto sólo una salida para la
liberación del Proletariado, la accion. ¿Y cuál es esta acción que traerá las
masas al socialismo? Es la lucha económica del proletariado contra la clase que
gobierna realizada en solidaridad. Es la Organización Industrial de los
trabajadores -el Consejo de Acción.